La salud mental viene acompañada de salud general y bienestar en nuestro cuerpo y organismo, lo que se traduce en una vida llena de paz y felicidad, pero ¿Qué hacer para lograrlo?
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que debes estar en paz contigo mismo y no acumular rencor por nada ni nadie, ya que el primer paso para gozar de una buena salud mental, es sentirse bien con uno mismo.
El rencor acumulado puede dañar tu "Yo" interior
Recuerda que la felicidad, como se suele decir, no la da el dinero -aunque éste ayude en algunos casos-, así que debes empezar por lo más básico. buscarla.
Para encontrarla fácilmente debes estar en total paz y tranquilidad, no agobiarte por nada e intentar pensar que todo mal tiene un fin, por lo que no hay que preocuparse por ello, y aún menos cuando te puede afectar negativamente en la salud.
Si es necesario, pasa unos minutos meditando al levantarte o al acostarte para prepararte para el día que te espera y decirte a ti mismo que todo va a salir bien, y que nada de lo que pueda pasar te va a afectar negativamente.
Por la noche piensa en todo lo ocurrido durante el día y no le des la importancia que no se merece, es más, quítale importancia al asunto y olvídalo por completo, lo mismo al siguiente día no ocurre nada y comenzarás un día nuevo lleno de paz.
Vive el día a día y no mezcles lo ocurrido de un día con otro, porque eso sólo te acumulará rencor y odio que sólo vivirás tú y te afectará a ti.
Piensa en lo que vales, que no es poco y que hay personas a las que le importar. Ellos no deben sufrir por verte a ti sufrir. Ríete y hazles ver que no deben preocuparse, que todo está bien y que te encuentras en un estado de paz interior insuperable.
No olvides buscar apoyo en tus seres queridos, habla con ellos de lo sucedido y después de la conversación da por zanjado y olvidado el tema. Ya lo has expulsado, que era lo que necesitabas para superarlo y ya nada te podrá parar.
Tu salud mental está a punto de cambiar y te sentirás tan bien contigo mismo que los demás serán contagiados por la paz que desprendes.
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